El búho pensador...
2 de julio de 2020
Ella es como él. Son una pareja que entienden a los demás y saben responder.
Entonces... ¿Por qué lo mandó a buscar a un médico?
Nuestro país vive una crisis nunca antes vista en el tema de salud.
Hospitales sin recursos suficientes para atender a los enfermos; niños con cáncer a los que se les ha limitado su tratamiento.
¿Por qué jugar con eso?
“En el país habrá un sistema de salud universal que será de los mejores del mundo donde nadie se quedará sin acceso a servicios y medicamentos.”
Previo a la crisis del bicho, en nuestro país ya se reportaban recortes a servicios públicos de salud. Los padres de esos niños se manifestaban desde antes suplicando por algo que les fue retirado.
Sucedió recientemente. Ella escribía sobre lo que mejor sabe hacer, la historia.
Esa mañana fue distraída por el clásico sonido de su teléfono al recibir una notificación de una popular red social; esa que se representa por una pequeña ave. Era un aviso de respuesta a un mensaje que ella había publicado previamente.
Curiosa como es, se apresuró a revisar ese último texto.
Seguramente debía ser una más de las miles de felicitaciones por su autocelebración. Como no recordar que dos años antes su esposo, el grandioso líder, había arrasado en las urnas. Que gran momento aquel.
Pero no, no se trataba de una felicitación. Era más bien una amable pregunta que versaba más o menos así... "Cuándo piensa Usted reunirse con los padres de los niños enfermos de cáncer".
Ella sorprendida por la solicitud tuvo a bien responder de forma inmediata. Por supuesto que la forma de hacerlo correspondió con la misma manera del requiriente...
Dicen que en el pedir está el dar. No hay duda de que la forma es fondo y que como trates a los demás serás tratado.
¿Por qué, entonces, los fifíes neoliberales hacen tanto alboroto?
Pues bien, ya repuesta por la sorpresa del mensaje la emperatriz dedicó un tiempo para elaborar una respuesta adecuada.
En ésta se le contestaba con otra pregunta al que cuestionó antes. Básicamente decía que ella no es médico y cuestionaba si el del otro lado lo era.
Un poco desconcertado con la respuesta no entendí porqué se hablaba de la noble profesión si nunca se le pidió que curara a los pequeños enfermos.
Pienso que tal vez estaba meditabunda tratando de aconsejar al tlatoani sobre cómo debe éste resolver los miles de asuntos que aquejan al país... eso pensé.
Pienso que tal vez la forma del que solicitaba no había sido la correcta... eso pensé.
Pienso que por única ocasión, ella se distrajo por estar preparando las celebraciones de su democrático triunfo... eso pensé.
Pensé que tal vez, y sólo tal vez, por un instante, la cohabitante del Palacio no tuvo la sensibilidad para atender una legítima solicitud ciudadana... eso pienso.
Entonces... ¿Por qué somos millones los que nos encontramos desconcertados ante el tono de la respuesta? y sobre todo, ¿Por qué al final no se comprometió a dar una fecha?
No lo sé... tal vez estemos equivocados todos.
¿o no?
La reflexión del día...
Es de sabios rectificar. La respuesta no se hizo esperar y llegó acompañada de una disculpa... ¡¡claro!! con su respectivo tallón a los malquerientes de la transformación.
A veces es mejor dejar las cosas como están ya que al tratar de resolver las cosas éstas se empeoran.
Mientras tanto los padres y sus hijos siguen esperando, más que una respuesta, una acción que salve la vida de ellos.
Nos buscamos mañana...
Comments