El búho pensador...
23 de junio de 2020
Él sabe todo ; lo hace todo a cada momento y en todos los lugares. Entonces... ¿Sus seguidores no se dan cuenta?
El emperador se levanta cada mañana. Siempre muy temprano para adoctrinar a los suyos.
El mensaje está estructurado para ellos; los demás no importan, no lo entienden y por eso hay que descalificarlos.
Las ocurencias sin sentido... ¿realmente sin sentido?
“Los neoliberales corruptos y conservadores evitan que el país avance; no importa, porque a pesar de ellos la transformación está en progreso”
Cada mañana, nuestro divertido y siempre coherente emperador se levanta con fuerza para dar su mensaje. Lo hace con convicción y talento.
Prepárense cada mañana....
El mensaje es el mismo de siempre. Las palabras alineadas con el discurso de todos los días. Los diferenciadores son los nombres de las personas o los eventos de las horas previas. Éstos determinarán la posición de los adjetivos en el siempre ameno evento.
Los miles de discípulos hacen su aportación con las mismas ganas; harto talento reunido -pues- desde el centro de la ciudad y transmitido gracias a la magia de los medios.
De esta manera sucede cada mañana la transmisión de las ideas a través del discurso del emperador que nos dice qué, cómo, cúando y a quién debemos escuchar y mirar. Un ritual aleccionador que nos ilumina la vida. De paso nos guía para saber de aquellos que son nuestros adversarios.
Algunas veces he reflexionado "qué güeva me da pensar..." Benditos somos de tener a aquel que cada amanecer lo hace por nosotros.
Así entonces, el emperador piensa y decide por nosotros todos los días. Cómo olvidar al candidato que hizo campaña 18 años y nos guiaba en lo político y lo espiritual... agradecidos deberíamos estar por tanta dicha intelectual e ideológica.
¡¡Como no extrañar al candidato...!!
Lo único que añoro de aquella época es al candidato que criticaba todo y a todos; ese que mostraba las miserias humanas de nuestros líderes; ese que nos decía cuánta corrupción había y que una vez que él llegara al poder haría desaparecer todo eso que tanto daño nos hacía.
La melancolía es mayor cuando recuerdo la sensación de paz y tranquilidad que nos daba nuestro amado candidato, siempre que se apoyaba de otros líderes sociales, de prestigiados periodistas y pensadores para evidenciar sus dichos.
¡¡En fin...!!
No es necesario añorar las habilidades del candidato, ya que nunca se fue. Él sigue en campaña y todos los días nos lo recuerda.
Ojalá estuviera de regreso el candidato crítico y sabio para hacernos entender a todos las locuras del emperador; para que entendamos que lo que pasa hoy no está bien y sosteniendo una vez más la necesidad del cambio.
Cuando veo el desastre diario solamente me reconforta aquella frase favorita de la campaña que se hizo tan popular: "Estaríamos mejor con ya saben..." ¡¡ahh!! perdón... lo olvidaba... ya estamos mejor.
Nos leemos mañana...
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